Desde hace miles de años la historia del río Rímac ha estado unida a la de Lima. Existen evidencias de que los antiguos pobladores de la costa central usaban las aguas de este gran río que nace en las alturas de Ticlio para llenar de agua sus antiguos canales.
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La ribera del río Rímac
Estas obras hidráulicas permitieron que el desierto se convirtiera en un vergel. Lo impresionante es que varios de estos canales aún existen y se extienden por algunos parques de la actual Lima Metropolitana. Ah, y si te estás preguntando, ¿qué significa Rímac? Tienes una entrada en este blog en la que hablamos sobre eso =)
Una de las razones determinantes para que los españoles fundaran aquí la “Ciudad de los Reyes” fue justamente el acceso al agua del río. Los conquistadores reusaron y ampliaron la red de canales prehispánicos para llevar agua a monasterios y viviendas.

¿Cuál es la importancia del río Rímac? Pues que todavía hoy es fuente de vida de los limeños, ya que el 80% del agua potable que consumimos provienen de él. Además, es este un río estacional, puesto que el 90% de sus aguas provienen de las lluvias andinas y el 10% de los glaciares. Este es el motivo por el cual incrementa su caudal en los meses de verano, que es cuando más llueve en los Andes.
La historia del río Rímac en la época colonial
En la época colonial el río Rímac también proveía de agua para consumo humano, pero también para la irrigación, la limpieza y la manufactura. Este río alimentaba también el acuífero subterráneo de donde las personas conseguían el agua a través de pozos, manantiales y puquios.
En el siglo XVI, se crearon autoridades para controlar la repartición de agua, como el “juez de aguas” a quien se escogía inmediatamente después de haber elegido a los alcaldes. El cabildo (hoy Municipalidad de Lima) se encargaba del manejo de las aguas tanto como de la protección de las orillas del río construyendo tajamares.

Además, daba en concesión los derechos sobre las aguas de riego, la construcción y el mantenimiento de canales y acequia, y repartía el agua tanto a espacios públicos (plazas) como privados (casas, conventos, etc.) haciendo uso de la red de cañerías municipales construida durante el último cuarto del siglo XVI.
El Tajamar y el río Rímac
Si bien el Rímac permitió fertilizar las tierras de nuestra ciudad, también significó una gran amenaza por la destrucción que podía causar. Sobre todo en los meses de verano en los que las lluvias andinas acrecientan su caudal.
Los limeños antiguos tuvieron que hacer grandes gastos en la construcción de tajamares de cantería lo suficientemente sólidos como para resistir el ímpetu de las aguas del viejo Rímac.
El dinero para esas obras se obtenía de los impuestos a la carne, y era tal la cantidad de recursos que se utilizaba que se decía que esta ciudad echaba mucha carne al río.

Se contaba además con el apoyo de los indios camaroneros quienes a cambio del permiso para extraer camarones debían trabajar de manera gratuita en las campañas de limpieza del río y en la construcción de obras para proteger las riberas de las violentas crecidas del Rímac.
Los camaroneros y el puente de palos
Después de fundada la Ciudad de los Reyes fue creciendo en la ribera norte del río Rímac una población india dedicada a la extracción de camarones. Por este motivo esa zona fue conocida como el pueblo de indios camaroneros de San Pedro. De hecho, allí existe aún la calle Camaroneros el cual remata en la iglesia de Nuestra Señora de la Cabeza.
Luego de pescar los camarones eran las esposas de los pescadores las que vendían el producto en la ciudad. Lo hacían específicamente en la calle de pescadería, ubicada al lado de lo que es hoy Palacio de Gobierno.


Sin embargo, cruzar el río no era fácil, muchos perdían la vida en el intento, por lo que se levantó un puente de palos o de madera hecho de horcones hincados en el suelo, pero era tan endeble que no podía pasar por ella más que una sola persona. El puente se encontraba frente a la iglesia de Nuestra Señora de Monserrate y fue reemplazado por uno de piedra y ladrillo que fue levantado durante el gobierno del virrey Andrés Hurtado, Marqués de Cañete (1556 – 1560), el cual se ubicaba cerca del actual puente de piedra construido posteriormente y que también tiene una interesante historia que te contaré en otra entrada.

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Fuentes
- Barrenechea, R. (1965). Pequeña antología de Lima: el río, el puente y la alameda. Lima: Instituto Raúl Porras Barrenechea.
- Bell, M. (2014). Agua y poder colonial: ciclos, flujos y procesiones en el manejo hidráulico urbano en Lima durante el siglo XVII. Universidad Católica del Perú.
- Bromley Seminario, J. (2019). Las viejas calles de Lima. Municipalidad Metropolitana de Lima.
- Fuentes, L. & Oré, C. (2019, 13 de enero). Río Místico. El Dominical de El Comercio.
- Ortegal, A. & López, F. (2016). El Valle de Lima y el agua del Rímac en los siglos XVI al XVIII. En Rímac: Historia del Río Hablador. Lima: Autoridad Nacional del Agua (ANA).
- Rivasplata Varillas, P. (2015). Protegiéndose del río Rímac: Los tajamares o muros de contención de Lima durante la colonia. Investigaciones Sociales, 19(34), 111-130. UNMSM-IIHS.
- Vega Loyola, J. J. (2014). Indios camaroneros en Lima, siglos XVI-XVIII. Tipshe Revista de Humanidades. Recuperado de https://www.academia.edu/42001318/Indios_camaroneros_en_Lima_siglos_XVI_XVIII